En el capitulo anterior estuvimos analizado los riesgos a los que se enfrentaban los NNA en el entorno Online. En el presente artículo os presentamos una de las mejores formas de prevenir estos riesgos: El Plan Digital Familiar, que es una herramienta fundamental de autoprotecciónpara las familias en la era digital. No se trata smplemente de imponer restricciones al uso de dispositivos, sino de establecer un marco de convivencia familiar que promueva un uso seguro, responsable y positivo de las tecnologías digitales. Su implementación aporta ventajas significativas para el bienestar y desarrollo integral de niños, niñas y adolescentes:
- Prevención de Riesgos: El plan ayuda a minimizar los riesgos para la salud física y mental asociados al uso excesivo o inadecuado de las pantallas y el contenido online. Se abordan aspectos como la prevención del ciberacoso, el grooming, el sexting y otros problemas relacionados con la privacidad y la seguridad en línea.
- Promoción de Habilidades Digitales: El plan fomenta el desarrollo de competencias digitales esenciales, como la búsqueda de información eficaz, la evaluación crítica de fuentes y la creación de contenido responsable [Me, You]. Esto empodera a los menores para ser ciudadanos digitales críticos y autónomos, capaces de navegar el ciberespacio de forma segura.
- Fomento del Pensamiento Crítico: Un plan digital familiar bien estructurado fomenta el pensamiento crítico y el discernimiento a la hora de consumir contenido online [Me, You]. Los menores aprenden a cuestionar la información, identificar fuentes confiables y a ser consumidores de contenido responsables.
- Establecimiento de Límites Claros: El plan ayuda a establecer límites consensuados en cuanto al tiempo de uso de pantallas, espacios de navegación y acceso a aplicaciones. Esto permite proteger la salud física y mental de los menores y armonizar el uso de la tecnología con otras actividades importantes para su desarrollo.
- Comunicación Abierta y Confianza: El proceso de elaboración y seguimiento del plan fomenta la comunicación abierta y la confianzaentre padres e hijos. Se crea un espacio seguro donde los menores se sienten cómodos para expresar sus dudas y compartir sus experiencias online [Me, You].
- Responsabilidad Compartida: El plan establece una responsabilidad compartida entre padres, educadores y la industria tecnológica. Esta colaboración resulta esencial para la creación de un entorno digital más seguro.
En resumen, la implementación de un Plan Digital Familiar se presenta como una estrategia proactiva y eficaz para proteger a niños, niñas y adolescentes de los riesgos del ciberespacio y para impulsar su desarrollo como ciudadanos digitales responsables. Es una inversión en su bienestar presente y futuro.

Puntos Clave para Incluir en el Plan Digital Familiar:
Todo Plan Digital Familiar deben incluir una serie de Puntos Claves fundamentales. Posteriormente, en siguientes fases, se podrán establecer, o bien un desarrollo más avanzado de estos mismo, o bien unos puntos clave nuevos adaptados a la realidad familiar del momento en cuestión. Como punto de partida, se recomiendan los que aquí establecemos y que posteriormente desarrollaremos:
- Definición del Rol de la Tecnología en la Familia:
- Límites de Tiempo de Uso y Zonas Libres de Tecnología:
- Supervisión Parental Adaptada a la Edad:
- Comunicación Abierta y Diálogo Continuo:
- Normas de Seguridad y Comportamiento Online:
- Gestión de Contraseñas y Privacidad
- Habilidades Digitales y Pensamiento Crítico
Definición del Rol de la Tecnología en la Familia: Un Enfoque Reflexivo
Antes de establecer reglas sobre el uso de la tecnología, es fundamental que la familia reflexione sobre el papel que desea que la tecnología juegue en sus vidas. No se trata simplemente de imponer límites, sino de definir una filosofía familiar en torno a la tecnología que guíe las decisiones y las normas. Esta reflexión ayudará a establecer prioridades y límites coherentes, evitando conflictos y fomentando un uso saludable y responsable. Las fuentes indican que el uso de la tecnología no debe reemplazar las interacciones personales, pero puede ser una herramienta valiosa en diversos aspectos de la vida familiar.

¿Cuál es el papel deseado para la tecnología en la familia?
Se debe considerar qué funciones se le asignan a la tecnología. ¿Será una herramienta principalmente para:
- El aprendizaje? La tecnología puede enriquecer el proceso educativo, ofreciendo acceso a información, recursos y herramientas interactivas. Sin embargo, es crucial evaluar críticamente su impacto en el neurodesarrollo y el aprendizaje, evitando un uso excesivo o inadecuado que pueda perjudicar habilidades fundamentales. Se debe considerar si la tecnología es solo un medio para mejorar el aprendizaje, o si está reemplazando otros métodos de aprendizaje más efectivos.
- El entretenimiento? La tecnología ofrece opciones de entretenimiento diversas, pero es fundamental establecer límites y fomentar actividades alternativas que promuevan la salud física y mental, la creatividad y la interacción social. Es importante identificar potenciales riesgos, como el consumo excesivo que podría llevar a problemas de salud mental o adicción a la tecnología.
- La comunicación? La tecnología facilita la comunicación entre los miembros de la familia y con el exterior, pero no debe reemplazar la comunicación cara a cara. Se debe fomentar la comunicación abierta y honesta dentro de la familia, sobre el uso de las tecnologías y sobre otros aspectos de sus vidas.
- Una combinación de los anteriores? Lo más probable es que la tecnología se utilice para una combinación de estas funciones. En este caso, la familia debe definir sus prioridades y establecer un equilibrio entre sus diferentes usos. Debe priorizarse el uso de la tecnología para el beneficio de la familia, y no dejar que domine la vida familiar.
Estableciendo Prioridades y Límites Coherentes:
Una vez definido el papel deseado para la tecnología en la familia, se deben establecer prioridades y límites coherentes. Esto implica:
- Establecer normas claras y consensuadas: Las reglas deben ser claras, realistas y adaptadas a la edad y la madurez de cada miembro de la familia. Las normas deben ser fruto de una conversación familiar, considerando las necesidades y opiniones de todos.
- Priorizar el tiempo de calidad sin tecnología: Es importante reservar tiempo para actividades sin pantallas, que fomenten la interacción familiar, la creatividad y el bienestar.
- Supervisar el uso de la tecnología: Es crucial monitorear el uso que los miembros de la familia hacen de la tecnología para identificar posibles problemas o riesgos. La supervisión no debe ser intrusiva, sino fomentar un dialogo abierto y una relación de confianza.
- Utilizar herramientas de control parental: Las herramientas de control parental pueden ser útiles para establecer límites en el tiempo de uso y el acceso a ciertos contenidos, pero no deben reemplazar la comunicación, el diálogo y la supervisión parental. Estas herramientas solo son una parte del proceso.
- Educar sobre el uso responsable de la tecnología: Es fundamental educar a los miembros de la familia sobre el uso responsable de la tecnología, enseñándoles a identificar y evitar riesgos como el cyberbullying, el grooming, el acceso a contenidos inapropiados, y otros.

La definición del rol de la tecnología en la familia es un proceso clave para fomentar un uso saludable y responsable de la tecnología. Requiere una reflexión cuidadosa, diálogo abierto, y un compromiso conjunto de todos los miembros de la familia para establecer prioridades, límites y normas coherentes que favorezcan el bienestar individual y familiar. La tecnología puede ser una herramienta valiosa, pero su uso debe estar en armonía con la vida familiar y con las necesidades de cada miembro.
Supervisión Parental Adaptada a la Edad: Equilibrio entre Protección y Autonomía
La supervisión parental en el entorno digital es fundamental para proteger a los menores de los riesgos inherentes a internet, pero esta supervisión debe evolucionar con la edad y la madurez del menor, encontrando un equilibrio entre protección y autonomía. No se trata de controlar cada paso, sino de guiar, educar y fomentar un uso responsable de la tecnología.
En las primeras etapas de acceso a internet, la supervisión debe ser más activa. Esto implica:
- Acompañamiento constante: Los padres deben estar presentes durante la navegación, guiando al menor hacia contenidos apropiados y estableciendo límites de tiempo de uso.
- Revisión del historial de navegación: La revisión del historial puede ayudar a identificar los sitios web visitados y detectar posibles riesgos. Es importante conversar con el menor sobre los sitios que visita, no solo para detectar peligros, sino para comprender sus intereses y guiar su experiencia en línea.
- Uso de herramientas de control parental: Las herramientas de control parental permiten bloquear el acceso a contenidos inapropiados, limitar el tiempo de uso y monitorear la actividad en línea. Sin embargo, es importante recordar que estas herramientas son solo una parte de la estrategia de supervisión y no deben sustituir la comunicación y el diálogo.
A medida que los menores crecen, la supervisión puede ser más pasiva, centrándose en el diálogo y la confianza.
- Diálogo abierto y honesto: La comunicación abierta y honesta es fundamental para construir una relación de confianza con el menor. Se debe hablar sobre los riesgos de internet, las normas de comportamiento en línea, la importancia de la privacidad, y otros temas relevantes. El diálogo no debe ser solo informativo, sino que debe fomentar la participación del menor, sus opiniones y su capacidad de tomar decisiones responsables.
- Fomentar la autonomía responsable: A medida que el menor adquiere madurez, es importante darle más autonomía en su uso de la tecnología. Esto implica confiar en su capacidad de tomar decisiones responsables, pero también estar disponibles para ofrecer apoyo y orientación cuando sea necesario.
- Adaptar las herramientas de control parental: A medida que el menor madura, se puede ajustar la configuración de las herramientas de control parental, o incluso deshabilitarlas gradualmente. La decisión de retirar las herramientas de control debe basarse en la madurez del menor y en la confianza que se ha establecido.
- Monitoreo responsable: Si bien la supervisión se vuelve más pasiva, los padres deben seguir monitoreando la actividad en línea de sus hijos, especialmente en situaciones de riesgo, como el ciberacoso o la exposición a contenidos inapropiados. Este monitoreo debe ser respetuoso con la privacidad del menor y debe ser transparente, es decir, que el menor sepa que sus padres están al tanto de su actividad en línea.
Recordar que la supervisión no debe ser intrusiva ni socavar la privacidad del menor.
- Respeto a la intimidad: Es importante respetar la intimidad del menor y no invadir su espacio personal sin una justificación válida. La revisión del historial de navegación o del contenido de mensajes privados debe ser una medida excepcional, justificada por una sospecha fundada de riesgo para el menor.
- Comunicación transparente: Es importante que el menor sepa que sus padres están supervisando su actividad en línea, y que comprenda las razones de esta supervisión. La transparencia ayuda a construir una relación de confianza y a evitar que el menor se sienta vigilado o controlado.
- Establecimiento de límites claros: Es importante establecer límites claros sobre qué información se puede compartir en línea, con quién se puede interactuar, y qué tipo de contenidos se pueden consumir. Estos límites deben ser explicados al menor, y deben ser revisados y actualizados a medida que el menor madura.
La supervisión parental en el entorno digital es un proceso dinámico que debe adaptarse a la edad y la madurez del menor. En las etapas iniciales, la supervisión es más activa y estructurada, pero a medida que el menor crece, la confianza y el diálogo se vuelven más importantes. El objetivo no es controlar al menor, sino guiarlo hacia un uso responsable y seguro de la tecnología, respetando su privacidad y fomentando su autonomía.

Comunicación Abierta y Diálogo Continuo: La Clave para un Plan Digital Familiar Efectivo
El Plan Digital Familiar no debe limitarse a un conjunto de reglas impuestas, sino que debe ser un marco dinámico para la comunicación abierta y el diálogo continuo sobre la tecnología. Los padres deben fomentar un ambiente de confianza donde los menores se sientan cómodos compartiendo sus experiencias online, tanto positivas como negativas, sin temor a ser juzgados. Este diálogo constante es la base para un uso responsable y seguro de la tecnología, adaptándose a las necesidades cambiantes del menor.
Elementos de una Comunicación Abierta y Efectiva:
- Escucha Activa: Los padres deben escuchar con atención y empatía las experiencias de sus hijos en el entorno digital. No se trata de interrumpir o minimizar sus preocupaciones, sino de comprender su perspectiva y ofrecer apoyo.
- Validación Emocional: Los menores necesitan sentir que sus emociones son válidas, incluso si los padres no comparten su punto de vista. Validar sus emociones les ayuda a sentirse comprendidos y a confiar en que pueden acudir a sus padres cuando tengan problemas.
- Comunicación No Verbal: La comunicación no verbal es tan importante como la verbal. Los padres deben demostrar interés y atención a través de su lenguaje corporal, contacto visual y tono de voz.
- Lenguaje Accesible: Adaptar el lenguaje al nivel de comprensión del menor, evitando tecnicismos o términos complejos. La comunicación debe ser clara, concisa y fácil de entender.
- Momentos Propicios: Buscar momentos adecuados para conversar, evitando interrupciones o distracciones. El diálogo debe ser tranquilo y relajado, sin presiones ni prisas.
- Espacios Comunes: Aprovechar las actividades cotidianas para iniciar conversaciones, como durante las comidas o paseos. La comunicación no debe ser un evento formal, sino que debe integrarse en la vida familiar.
Beneficios del Diálogo Continuo:
- Construir Confianza: El diálogo abierto fortalece la relación de confianza entre padres e hijos, creando un espacio seguro para compartir dudas, temores y experiencias.
- Identificar Riesgos: La comunicación permite detectar posibles riesgos o problemas en el uso de la tecnología, como el ciberacoso, la exposición a contenidos inapropiados, la adicción, entre otros.
- Fomentar la Responsabilidad: El diálogo ayuda a los menores a comprender las consecuencias de sus acciones en línea y a tomar decisiones responsables.
- Promover el Pensamiento Crítico: La conversación sobre temas digitales fomenta el pensamiento crítico y la capacidad de analizar información, distinguiendo entre lo real y lo falso.
- Adaptar el Plan Digital: El diálogo permite adaptar el Plan Digital Familiar a las necesidades cambiantes del menor y a la evolución de la tecnología.
La comunicación abierta y el diálogo continuo son pilares fundamentales del Plan Digital Familiar. No se trata solo de establecer reglas, sino de crear un ambiente de confianza donde los menores puedan compartir sus experiencias, aprender sobre el uso responsable de la tecnología y desarrollar habilidades para navegar el mundo digital de manera segura y positiva. Los padres deben ser guías, mentores y confidentes, adaptando su supervisión a la edad y madurez del menor, pero siempre manteniendo un canal de comunicación abierto y honesto.
Normas de Seguridad y Comportamiento Online: Un Enfoque Educativo y Comprensible
Establecer normas claras sobre el comportamiento online es fundamental para la seguridad de los menores. Estas reglas no deben ser impuestas autoritariamente, sino explicadas de forma comprensible y negociadas con el menor, teniendo en cuenta su edad y madurez. El objetivo es educar para un uso responsable y seguro de internet, no controlar cada acción.
Temas Clave a Abordar:
- Compartir Información Personal: Es crucial enseñar a los menores a no compartir información personal sensible online como su dirección, número de teléfono, fotos comprometedoras, etc., sin el consentimiento de los padres. Explicarles que esta información puede ser utilizada con fines maliciosos y cómo proteger su privacidad es vital. La edad del menor determinará el nivel de detalle y la capacidad de comprensión. A medida que crecen, se les puede dar mayor autonomía en la gestión de su privacidad, pero siempre con supervisión y diálogo.
- Contacto con Desconocidos: Enfatizar la importancia de no interactuar con desconocidos online. Explicar los riesgos de aceptar solicitudes de amistad o responder a mensajes de personas desconocidas, incluyendo el ciberacoso (ciberbullying), el grooming y el sexting. Se debe enseñar a identificar comportamientos sospechosos y a reportar situaciones de riesgo. Este aspecto requiere adaptación a la edad del menor.
- Acceso a Contenido Inapropiado: Establecer reglas claras sobre el acceso a contenido inapropiado para su edad. Esto incluye pornografía, violencia, discursos de odio, etc. Utilizar las herramientas de control parental como apoyo, pero recordando que la educación y el diálogo son la clave. La edad y madurez del menor impactará en cómo se implementan estas reglas. Explicar las consecuencias legales de acceder y compartir este tipo de contenido.
- Comportamiento en Línea: Enseñar a los menores un comportamiento ético y respetuoso online. Esto incluye el uso apropiado del lenguaje, no difundir información falsa (fake news), no participar en ciberacoso, respetar la privacidad de los demás, etc.. Promover la “netiqueta” o buenas prácticas en la comunicación digital. El desarrollo de estas habilidades es un proceso gradual que requiere orientación continua.

Recomendaciones para la Implementación:
- Diálogo Abierto y Honesto: Fomentar un ambiente de confianza donde el menor se sienta cómodo hablando sobre sus experiencias online [Me, You].
- Explicación Comprensible: Adaptar el lenguaje y el nivel de detalle a la edad y madurez del menor.
- Participación del Menor: Involucrar al menor en la creación y revisión de las reglas.
- Revisión y Actualización: Ajustar las reglas según la edad y las nuevas tecnologías.
- Ejemplos Prácticos: Utilizar ejemplos concretos y situaciones reales para que el menor comprenda mejor los riesgos.
- Recursos Educativos: Utilizar recursos educativos como videos, juegos, libros, etc., para complementar la enseñanza.
- Consecuencias Claras: Explicar las consecuencias de incumplir las normas, tanto a nivel personal como legal.
Las normas de seguridad y comportamiento online deben ser un proceso educativo, no simplemente un conjunto de reglas impuestas. La comunicación abierta, la adaptación a la edad del menor, el uso de herramientas de control parental (como complemento, no sustituto de la educación) y la colaboración entre padres e hijos son fundamentales para crear un entorno digital seguro y positivo para los menores. La responsabilidad compartida entre padres, educadores, y la industria tecnológica es clave para lograr un ecosistema digital seguro.
Gestión de Contraseñas y Privacidad: Cimientos para una Vida Digital Segura
Desde temprana edad, es crucial inculcar en los menores la importancia de la seguridad en línea, empezando por la creación de contraseñas robustas y la protección de su información personal. No se trata solo de darles una lista de reglas, sino de explicarles los porqués de estas medidas y las consecuencias de no seguirlas.

Contraseñas: El Primer Escudo de Protección
- Importancia de las Contraseñas Fuertes: Explicar a los menores que las contraseñas son como la llave de su casa digital, protegiendo su información y su identidad online.
- Características de una Contraseña Segura: Enseñarles a crear contraseñas que combinen mayúsculas, minúsculas, números y símbolos, y que no sean fáciles de adivinar (como nombres de mascotas, fechas de cumpleaños, etc.).
- No Compartir Contraseñas: Enfatizar que las contraseñas son personales y no deben ser compartidas con nadie, ni siquiera con amigos cercanos.
- Uso de Gestores de Contraseñas: A medida que crecen y manejan más cuentas online, se les puede introducir el uso de gestores de contraseñas, que facilitan la gestión segura de múltiples contraseñas.
Privacidad en Línea: Protegiendo su Identidad Digital
- Información Personal: Explicarles qué tipo de información se considera personal (nombre, dirección, fotos, ubicación, etc.) y las implicaciones de compartirla online.
- Configuración de Privacidad: Enseñarles cómo configurar la privacidad en las redes sociales y otras plataformas, limitando quién puede ver su información.
- Huella Digital: Hablar sobre el concepto de huella digital y cómo sus acciones online pueden tener consecuencias a largo plazo.
- Consentimiento Informado: Explicarles la importancia de leer las políticas de privacidad y los términos y condiciones antes de usar una plataforma online, y de comprender qué información están compartiendo y con quién.

Herramientas de Apoyo
- Control Parental: Utilizar las herramientas de control parental como apoyo, especialmente en las primeras etapas, para limitar el acceso a contenido inapropiado y la compartición de información personal.
- Recursos Educativos: Utilizar videos, juegos y otros recursos educativos para enseñar sobre seguridad online de forma atractiva e interactiva.
El Diálogo como Base
- Comunicación Abierta [Me, You]: Fomentar un ambiente donde los menores se sientan cómodos hablando de sus experiencias online, sin temor a ser juzgados.
- Adaptar el Mensaje: Ajustar el lenguaje y el nivel de detalle a la edad y madurez del menor.
- Ejemplos Prácticos: Utilizar ejemplos reales y situaciones cotidianas para ilustrar los conceptos de seguridad y privacidad.
La educación sobre la gestión de contraseñas y la privacidad en línea es una inversión a largo plazo en la seguridad y el bienestar digital de los menores. Empezar desde temprana edad, con un enfoque educativo y adaptado a su desarrollo, les permitirá navegar por el mundo digital con mayor confianza y responsabilidad, protegiendo su identidad y su información personal. La colaboración entre padres, educadores y la industria tecnológica es crucial para crear un entorno digital más seguro para todos.
Habilidades Digitales y Pensamiento Crítico: Más Allá de la Restricción
Un Plan Digital Familiar efectivo debe ir más allá de la mera restricción y supervisión, incluyendo la promoción de habilidades digitales y el pensamiento crítico. Enseñar a los menores a evaluar la información en línea, a identificar fuentes confiables y a ser consumidores de contenido responsables es fundamental para su desarrollo como ciudadanos digitales competentes y seguros.
Fomentando el Pensamiento Crítico en el Mundo Digital:
- Cuestionar la Información: Enseñar a los menores a no aceptar todo lo que ven en internet como verdad absoluta. Animarlos a preguntarse:¿Quién ha creado este contenido? ¿Cuál es su propósito? ¿Hay otras fuentes que confirmen esta información?
- Identificar Fuentes Confiables: Mostrarles cómo reconocer sitios web y fuentes de información confiables, como instituciones gubernamentales, organizaciones reconocidas, medios de comunicación con buena reputación, etc. Explicarles que no toda la información en internet es precisa o veraz.
- Evaluar la Objetividad: Enseñarles a distinguir entre hechos y opinionesy a detectar sesgos en la información. Ayudarles a analizar el lenguajeutilizado y a identificar posibles intenciones detrás del contenido.
- Contraste de Información: Animarlos a buscar información en diferentes fuentes para contrastarla y tener una visión más completa del tema.
- Desinformación y «Fake News»: Hablar sobre el fenómeno de la desinformación y las «fake news», y cómo identificarlas y combatirlas.
Promoviendo Habilidades Digitales Esenciales:
- Búsqueda Efectiva de Información: Enseñarles a utilizar los buscadores de internet de forma eficiente, utilizando palabras clave relevantes, filtros de búsqueda, etc.
- Evaluación de la Calidad de la Información: Mostrarles cómo evaluar la calidad y la credibilidad de la información online, considerando la autoridad de la fuente, la fecha de publicación, la objetividad del contenido, etc.
- Creación de Contenido Responsable: Fomentar la creación de contenido propio, ya sea texto, imágenes, videos, etc., pero siempre con un enfoque responsable y ético. Enseñarles a citar fuentes, a respetar los derechos de autor, a evitar el plagio, etc.
- Comunicación Efectiva en Línea: Promover la comunicación clara y respetuosa en el entorno digital. Enseñarles a utilizar un lenguaje apropiado, a evitar el ciberacoso, a respetar la privacidad de los demás, etc.
- Seguridad en Línea: Inculcarles las normas básicas de seguridad online [Me, You], como la gestión segura de contraseñas [Me, You], la protección de la privacidad [Me, You], la identificación de sitios web seguros, etc.

Herramientas y Recursos de Apoyo:
- Recursos Educativos Online: Utilizar plataformas educativas, juegos interactivos, videos explicativos, etc., para enseñar habilidades digitales de forma atractiva.
- Control Parental: Utilizar las herramientas de control parental como apoyopara limitar el acceso a contenido inapropiado, pero no como sustituto de la educación.
- El Ejemplo de los Padres: Los padres deben ser modelos a seguir en el uso responsable de la tecnología y el pensamiento crítico.
El Papel del Diálogo y la Confianza:
- Comunicación Abierta [Me, You]: Crear un ambiente de confianzadonde los menores se sientan cómodos para hacer preguntas, expresar sus dudas, y compartir sus experiencias online.
- Adaptar el Enfoque: Ajustar las estrategias de enseñanza a la edad, madurez e intereses de cada menor.
El desarrollo de habilidades digitales y el pensamiento crítico son pilares fundamentales para la formación de ciudadanos digitales responsables y competentes. El Plan Digital Familiar debe ir más allá de la restricción, incluyendo la promoción activa de estas habilidades. La colaboración entre padres, educadores y la industria tecnológica es esencial para crear un entorno digital seguro, positivo y enriquecedor para las nuevas generaciones.
Es importante recordar que la educación digital es un proceso continuo y dinámico. A medida que la tecnología avanza y los menores crecen, es necesario adaptar las estrategias y mantener un diálogo abierto y constante para guiarlos en su camino hacia una ciudadanía digital responsable. La formación en ciberseguridad en el ámbito educativo es un elemento crucial, junto con el papel de los padres en la supervisión y la actualización constante de los conocimientos para afrontar los desafíos del mundo digital. Los riesgos a los que están expuestos los menores en la sociedad digital son diversos y se ven incrementados por la falta de conciencia sobre su privacidad, por lo que un enfoque integral que combine la educación, la supervisión y la adaptación a las nuevas tecnologías es fundamental. Fomentar la formación de toda la sociedad en estos aspectos es clave para un futuro digital más seguro y positivo para todos.